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Al fin Peña Redonda, por las cumbres de Tosande

Sábado, 25 de Junio de 2011
Como últimamente estamos muy puestos en picos, hoy hemos decidido subir la Peña Redonda situada en la Sierra de la Peña, perteneciente a la montaña Palentina.
Lo vamos a hacer recorriendo el cordal perteneciente al valle de Tosande, es decir, las cumbres de Peña Cantoral, Peña Oracada, Pico de los Collazos, Pico del Campillo, Picos Silla Grande y Silla Pequeña y por último, el Pico y el Alto del Burrián.
Pyronia bathseba (Lobito listado)
Antes de las nueve de la mañana estamos en Cervera de Pisuerga, pueblo que tiene bastante actividad incluso a horas tempranas y siempre se puede encontrar panadería y cafés abiertos.

Asi que, poco tiempo después, llegamos al aparcamiento habilitado a la altura del pueblo Dehesa de Montejo, en el Km.2 de la CL-626, donde comenzamos nuestra ruta internándonos por el valle de Tosande.

Iphiclides feisthamelii (chupaleches)


Es temprano pero nada más salir del aparcamiento descubrimos una increíble variedad de mariposas: colias, saltacercas, pedregosa, ninfa perlada, ninfa de Esper, lobitos, doncellas...

A medida que vamos avanzando por el valle de Tosande (senda Tejeda de Tosande descrita en nuestro blog) se va incrementando la cantidad y variedad, así como el tamaño descubriendo ejemplares de medioluto, pandora, lunares de plata, chupaleches y un par de ejemplares de la enorme "apolo" que se nos cruzaron a gran velocidad.
Hayedo y Tejeda de Tosande, falda de la Peña Cantoral

Seguimos la senda señalizada y nos encontramos un primer desvío cruzando un puente de madera de reciente construcción que nos internará en el hayedo, ascendiendo por él mediante un zigzagueo que nos ayudará a superar el creciente desnivel.
Aquí nos encontramos con más de una dedalera que están ahora en todo su esplendor.
Nos sentimos observados por una familia de ardillas a la que hemos sacado de su habitual rutina.
Agateador común - Certhia brachydactyla

A mayor altitud se distinguen ejemplares de la elegante martagón, también conocida como azucena silvestre (Lilium martagon). 

El pico picapinos nos saluda con su martilleo y los agateadores comunes hacen que nos entretengamos más de la cuenta en esta remontada de la falda de la Peña Cantoral

Salimos a un claro donde aparece un privilegiado mirador desde el que se alcanza a observar el valle recorrido desde el aparcamiento y parte de la ladera que aún nos resta por ascender.
De nuevo nos adentramos en el bosque y comienzan a aparecer algunos ejemplares de los centenarios tejos que dan nombre a esta ruta. Pero nosotros, ascenderemos por el límite del bosque ladera arriba y únicamente nos detendremos para retratar a la bella "apolo" que, ahora sí, deja que lo hagamos a placer.
Parnassius apollo
El sol calienta ya con fuerza y tenemos mucho cordal por recorrer asi que, dejamos a nuestra amiga apolo, para culminar la ascensión a la Peña Cantoral 1.792 mts.
Ojolince y sra. en la cumbre de Peña Cantoral con Peña Oracada al fondo
En la cumbre de la Cantoral nos permitimos hacer un merecido descanso porque la ascensión ha tenido rampas de importante desnivel y nos merecemos reponer fuerzas y contemplar a placer los 360 grados de vistas que nos rodean, en este momento tomamos conciencia de la distancia a la que se encuentra nuestro objetivo, la Peña Redonda parece un pequeño resalte entre las cumbres de la Peña.
Esto hace que decidamos reemprender la marcha enseguida, tomando dirección Peña Oracada también llamada Horadada de 1.818 mts., no con intención de hacer cumbre, sino de buscar una senda que recorra su ladera sur.
Un sinfin de "subi-bajas" nos permitirán rebasarla camino del pico de los Collazos 1.744 mts. que, de igual forma que la Oracada, salvaremos por su ladera.

Durante todo el recorrido a media ladera de ambos picos, las vistas hacia la meseta son inmejorables, el colorido que presentan deja una bonita estampa para retratar..
 Digitalis parviflora
Emberiza hortulana
También ojolince parece impresionado por estas postales pero, además retrata otras interesantes figuras como es el caso de las "calzas de lobo" que así llaman por aquí a la dedalera oscura que ha substituído en este pedregal a su prima la purpúrea, que tan frecuentemente se nos presentaba durante la ascensión del hayedo. Otro curioso habitante de esta región tan pedregosa es el escribano hortelano. Un macho con su característica cabeza y garganta azul grisaceo y su anaranjado vientre, nos amenizó con su canto un buen tramo de la senda, siempre colocado en lo alto de alguna de las pedreras. Y es que... ¡¡mira que hay que venirse lejos para escuchar al hortelano!!
Al fin se ve Peña Redonda y su cruz
Seguimos rodeando la peña Oracada a media ladera, mediante tramos de senda a veces inconexos, que más bien se diría hechos por los cérvidos, y buscando una canal que nos interne hacia el posible paso entre los picos ya que, desde que hicimos cumbre en "la Cantoral", hemos dejado de tener "la Redonda" de referencia.
Nuestra progresión nos lleva a rebasar, también a media ladera, el pico de los Collazos 1.744 mts. y progresar por la canal del arroyo de San Cebrián en ascenso hacia el ansiado paso donde hacemos un alto para recuperar fuerzas y comprobar que es casi la una y la Peña Redonda aún está varios picos más allá.
Encontramos una clara senda, que discurre también a media ladera del resto del cordal por superar: el pico del Campillo 1.693 mts. y las conocidas como Silla Grande 1.758 y Silla Pequeña 1.757 mts.
Avanzando por ésta, nos llevamos una grata sorpresa...
Un gran rebaño de ciervos se levanta de su sesteadero a la umbría de "las sillas" y se dispersa, a gran velocidad, en pequeños grupos dirigiéndose, los adultos hacia las cumbres y las hembras con crías en un vertiginoso descenso hacia las zonas más bajas....
Peña Redonda desde el collado de paso entre pico y alto Burrián
Nos detenemos hasta que desaparecen de nuestras proximidades porque ¡¡no miran por donde van!! y desprenden una barbaridad de piedras en su alocada carrera que pueden echarnos encima.
Y al fin, alcanzamos el paso entre el pico Burrián y el alto Burrián; collado desde el que ya se tiene a la Peña Redonda al alcance de la mano...
claro que, otra cosa será su ascensión porque son las dos de la tarde y llevamos unos cuantos kilómetros en nuestras piernas.
¡¡Otra comandita de ciervos que huyen de nosotros como de la peste!! ...Y es que estaban tan agusto, sin un alma por estos lares...(Si quieres ver más ciervos pincha AQUÍ)
¡Allá al fondo debe estar el buga en el aparcamiento!
Comenzamos la ascensión después de beber un buen isotónico y, a mitad de ladera, ya se distingue perfectamente el cordal que hemos seguido...
Algo más de media hora nos llevó salvar los 320 mts. de desnivel desde el collado, pero al fin pisamos su cima.

Recorrimos los diferentes puntos de la cumbre: un gran hito de piedras, el vértice geodésico, la pequeña hornacina con virgen incluída, el buzón donde encontramos una hoja de ruta de una pareja de Valladolid: Quiroga y Loli, a quién desde aquí devolvemos el saludo; y la gigantesca cruz siempre visible de Peña Redonda, en cuya sombra nos cobijamos a comer.                                                                         Cumbre de Peña Redonda 1.996 mts.
Después de tomar buena nota de toda la panorámica desde la cumbre y disfrutar del momento, es hora de retornar...
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
Distancia Total -> 24 Kilómetros
Desnivel -> 924 mts.
Tipo de Trazado -> Circular
Dificultad -> Alta por su orografía y duración
Tiempo total -> 10 horas 40 minutos
GRÁFICA DEL RECORRIDO
El descenso lo hacemos por donde subimos hasta llegar al collado entre "burrianes" y, desde aquí, conectamos con la ruta más clásica de ascensión, que viene del pueblo de San Martín de los Herreros aunque, por poco tiempo, porque nosotros debemos encontrar el paso hacia el valle de Tosande por donde retornaremos al aparcamiento (Ruta descrita en VALLE DE TOSANDE Y SUS CUMBRES). 
Vista del valle de Tosande por donde realizamos el regreso
Lilium martagon (Martagón o Azucena silvestre)
Nos ha resultado una de las rutas más duras de las realizadas recientemente por tratarse de una aproximación larga por terreno abrupto pero, ¡qué duda cabe! que ha merecido la pena el esfuerzo porque parajes como los recorridos y la recompensa de las observaciones realizadas no se tienen todos los días.
Ojolice y sra. esperamos repetir pronto experiencia y poder relatarla como hasta ahora.
Deseando que hayáis disfrutado de la lectura.
Os mandamos un saludo desde Pucela.
Y Recordad ...
** SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO **

2 comentarios:

  1. Buena paliza, si señor.

    Me ha gustado la ruta de subida por todo el cresterío, no conocía esa parte.

    Los enormes grupos de ciervos que se dan en esa zona a estas alturas de temporada son típicos y un elemento muy atractivo para los que nos gustan los bichos.

    Saludos
    Miguel

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  2. Mi Peña Redonda como yo la llamo, la saludo todos los días al levantarme, es lo primero que veo desde mi ventana, me alegro que os haya gustado, recuerdo los últimos metros de la subida, creí que me estaban tomando el pelo..¡ no se terminaba nunca !, hay quien dice que con día claro se ven más de cien pueblos, no se, no se, si tantos pero muchos desde luego que si. un saludo desde la montaña.

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