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Por los bosques de Burón

Domingo, 15 de Mayo de 2011
Otro domingo campero que hemos preparado y es que hay que aprovechar la primavera para salir al monte porque pronto comenzarán a subir las temperaturas y perderemos esa variedad de colorido de la que ahora podemos distrutar.
Valdeburón, perteneciente a la Mancomunidad de Montaña de Riaño
Y qué mejor sitio para disfrutar de los colores que los montes de Burón, pequeño pueblo leonés, situado en la cola del embalse de Riaño y que pertenece al Parque Regional de Picos de Europa. El valle de Burón posee excelentes praderas en el fondo del valle y magníficos bosques de haya y roble, que hoy vamos a conocer en profundidad.
 Asphodelus albus (gamón)
Dejamos el coche en el mismo pueblo y comenzamos a caminar, remontando el valle formado por el arroyo Rabanal pues queremos recorrer la senda señalizada como PR LE-21 y conocida como Mirva-Rabanal, aunque nosostros la relizaremos en sentido contrario a la señalización.

El sendero va paralelo al arroyo Rabanal y recorre las alegres campiñas llenas de un colorido espectacular por su cantidad y variedad de flora.

La orquídea más representativa de estas praderías es la popular Orchis morio, que da una tonalidad rosada a estos valles en esta época del año.

Compite en presencia con el gamón, Asphodelus albus también muy abundante durante todo el recorrido.

Descubrimos una amplia variedad en estos pastizales de narcisos, primaveras, aguileñas, acónitos, escila española, bellis...

 El camino discurre así, de forma cómoda, aunque zigzagueante como el arroyo y en suave ascenso, dirgiéndose a la base del frondoso hayedo.

En estas praderías descansa y se alimenta cómodamente el ganado.
Los excelentes pastos dan alimento a una cabaña ganadera, especialmente de vacuno de distintas razas, aunque predomina la parda alpina.

Hacia donde nosotros nos dirigimos la gandería es predominantemente equina y algún que otro ejemplar se acercó a saludarnos.

El bosque por el que va a ir ascendiendo nuestro sendero está conformado en su mayor parte por hayas, lo que hace que tenga un aspecto un tanto sombrío, incluso en esta época del año, porque las hojas de estos árboles se disponen normalmente en posición horizontal, dejando pasar escasa cantidad de luz.
Fagus sylvatica
Este bosque conserva ejemplares de roble albar de importantes dimensiones y también descubrimos numerosos serbales de los cazadores, mostajos y acebos.
Quercus petraea (roble albar)
 Al tratarse de un hayedo tan denso, no permite el crecimiento de casi ninguna otra planta en el suelo.

En primavera, eso sí, el gamón se abre paso aún en estas condiciones.

Estos hayedos son el hábitat preferido del picamaderos negro Dryocopus martius, cuyo sonoro tamborileo pudimos escuchar en la lejanía aunque ...
¡a saber dónde estaba!

En poco más de una hora, salimos a un claro conocido como el Alto de la Giesa de 1.354 mts. donde, además de escuchar a la perdiz pardilla Perdix perdix (sin suerte tampoco de verla), disfrutamos de unas vistas que ni el mejor de los balcones...
Vista de los bosques de Burón desde el Alto de Giesa

El camino discurre, de nuevo, por una boscosa umbría que, llegada esta hora, se va agradeciendo y, a un lado y otro de este sendero vemos aparecer diferentes representantes de la variada flora: acónitos, saxifragas, búgulas, narcisos amarillos y blancos, arándanos... todas ellas en el comienzo de su floración.                                                     Ajuga pyramidalis (búgula) 
Parece que hemos llegado a la mitad de nuestro recorrido, durante el que seguimos sorprendiéndonos de los tapizados naturales llenos de vida...
La aguileña y el arándano tampoco faltan en nuestro recorrido...
Aquilegia vulgaris sp. vulgaris
Nos restan por subir unos pocos metros y habremos alcanzado lo que se conoce como el collado del Prao Llao, desde el que se vislumbra una buena panorámica de los macizos central y occidental de Picos.
Caseta del Prao Llao
Después de un pequeño refrigerio junto a la caseta (pues hay que reponer fuerzas, de vez en cuando) continuamos dejando a nuestra espalda la vista de picos, para introducirnos de nuevo en la umbría del hayedo que cubre completamente estos montes de Burón.
Senda de descenso entre el hayedo
Como es habitual, el descenso se hace más cómodo y avanzamos llegando con presteza al amplio valle del río Mirva, de características similares al de Rabanal por el que ascendimos.
Valle de Mirva
 También salió a nuestro paso algún representante de la familia equina...
Al final del valle existe un pequeño merendero donde hicimos nuestro almuerzo, muy entretenidos, por cierto.
Area recretativa de Mirva (Burón)
Nos visitaron arrendajos, chovas piquirrojas, el colirrojo tizón que criaba en la zona, aviones zapadores, lavandera blanca, pardillos, collalba gris, cernícalo común. Además del sobrevuelo constante de milano negro, cigueña y buitres que por este valle daban paso de un lado a otro...  Desde aquí, mediante un corto recorrido eso sí, por la carretera... volvimos al pueblo de Burón donde habíamos dejado el coche, para concluir así un circuito de unos 13 kilómetros de longitud en poco más de cinco horas.
Orobanche
Hasta aquí nuestro relato rutero. Algo más de información pajaril merece la pena ser descrito en una entrada individual que pronto relataremos.
Hasta entonces os mandamos
Un saludo desde Pucela.
Ojolince y sra.

2 comentarios:

  1. Otro bonito paseo. Es una zona que tiene rincones aislados muy guapos, siempre con el pico Yordas dominado el paisaje. Por cierto, sino lo habeis subido todavía, merece mucho la pena y con un poco de suerte podeis disfrutar de las cabras monteses de estas sierras.

    Saludos
    Miguel

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  2. Hola chicos, por razones de trabajo no he podido leer hasta hoy este post. Enhorabuena por las fotos, son fantásticas. Seguro que todavía estuvo mejor el paseo. Abrazos.
    Dani

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